Los cuentos son un recurso educativo excelente no solo en el aprendizaje de la lectoescritura. De hecho yo los suelo utilizar en la enseñanza de las demás materias: lengua extranjera, ciencias naturales, sociales... Con ellos se puede aprender vocabulario y conceptos relacionados con algún tema que estemos trabajando, transmitir valores y despertar en los alumnos el interés por aquello que se está tratando. En mi biblioteca de clase suelo tener cuentos de temática y formatos muy variados: libros pop-up, de pictogramas, con texturas y sonidos... Pero hay un tipo de libros que me fascina, especialmente con los alumnos más pequeños: son los libros gigantes o big books. Son un formato que no suelen vender en tiendas. Los que tengo los adquirí a través de internet o los fabriqué yo misma haciendo versiones de mis cuentos favoritos. Su tamaño despierta rápidamente el interés de los alumnos a la hora de contar una historia, y además los utilizo para realizar actividades donde puedan manipulat el libro. Los que tengo fabricados por mi tienen las páginas formato A3 plastificadas, para poder usar rotuladores de pizarra con ellos. Algunas de las actividades que suelo realizar son: rodear palabras que contengan alguna grafía que estemos trabajando, buscar vocabulario relacionado con algún tema, etc. Es un recurso interesante que podemos incluir en nuestra metodología para hacerla más atractiva y amena.
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